«Gianni estaba presente ayer. Se habría divertido» dice Donatella Versace desde el ático de un hotel en el Meatpacking neoyorkino. La víspera, la italiana había montado el fiestón del otoño (con concierto de Prince incluído) en un hangar junto al río Hudson, en el que reunió a 500 invitados VIP para la presentación mundial de su colección para H&M, que llegará a 300 tiendas seleccionadas en todo el mundo el próximo 17 de noviembre.
Imposible no hablar de su hermano, creador de la firma y asesinado en Miami en 1997, ya que Versace para H&M es una revisión de las piezas más icónicas de historia de la firma. Pero, ¿por qué se ha lanzado ahora a bucear en los archivos de la marca? «Era una cuestión emocional», dice. «Nunca miraba el pasado de Versace, porque es algo que amo, que llevo en mi corazón. Y es muy doloroso, porque mi hermano ya no está aquí. Fue un proceso duro para mí», nos cuenta. «Pero sentí que este era el momento apropiado, este es un momento Versace», apunta. La colección, a la que ella llama «Greatest Hits Collection», es «un homenaje» a Gianni, explica, pero también a sí misma.
Y es que esta mujer, de 56 años, muy menuda, con su icónica melena oxigenada («culpa de mi hermano», dice) y su llamativo bronceado, excesivamente operada y con su marcadísmo acento italiano, ha conseguido redirigir el rumbo de la firma. «Lo más duro fueron los primeros años. Por superar la muerte de mi hermano y también por conseguir la credibilidad de la industria», nos cuenta. Donatella tiene razón, después de varias temporadas de minimalismo, el «versacismo» ha asaltado las pasarelas, inspirando a otras firmas como G&G, Lanvin o Givenchy.
Lo cierto es que la colección que vimos en el desfile es puro espíritu Versace. «La esencia de la casa está en los 43 looks. Todo estaba ahí: la medusa, el cuero, las tachuelas, el cuero, los tacones. No faltaba nada», sonríe orgullosa Donatella. ¿Y cuál es esa esencia? «Elegante, glamourosa, sexy. No podemos olvidarnos de lo importante que es soñar. Y nadie se imaginaría a una mujer Versace sin tacones, joyas y maquillaje. La moda es libertad». Este es el particular «sueño a la italiana» que ha plasmado en cada una de las piezas de la colección. Está todo: brillos, strass, estampados de palmeras, de leopardo, colores estridentes, lentejuelas, tonos metálicos y mucho flúor. Su pieza favorita es el «estampado Miami» porque «representa mucho, momentos importantes del pasado y también míos, emocionalmente». Es una línea «maximalista, enérgica, optimista y happy», como la define la diseñadora.
También para los hombres. La colección masculina es mucho más atrevida que la de mujer. Jerséis con estampado de palmeras, pantalones de cuero con tachuelas o un «total look» rosa (americana, camisa, pantalones y zapatos) pensados para un hombre «Miami beach», sofisticado y atrevido: «Ellos también están llamados a ser glamourosos y a encontrar su estilo único», explica Donatella.
Es evidente que Donatella está contenta con el resultado: «Si comparas un vestido de piel de Versace y otro de H&M no sabrías decir cuál es cuál», dice riéndose. La única diferencia, al parecer, el precio: de lo impagable que sería un modelo «vintage» de los 90 a los 249 euros de la colección cápsula. Y como ella misma reconoce: «Con esta colección he aprendido que la moda no siempre tiene que ser tan cara. No es solo una cuestión de dinero... lamentablemente para mí», bromea.
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